La educación es un derecho fundamental de todas las personas, y como tal está recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Artículo 26), es uno de los factores en el avance y progreso de personas y sociedades, proveyendo conocimientos, incrementando la cultura, los valores y el espíritu que nos caracteriza a los seres humanos. La importancia de la educación a nivel global es considerada un factor de producción, regulando las desigualdades sociales para alcanzar mejores niveles de bienestar social y de crecimiento económico, nivelando las desigualdades sociales y propiciando la movilidad social para acceder a mejores niveles de empleo, condiciones culturales y mayores oportunidades para los jóvenes.
El objetivo prioritario de la educación en el momento actual es la recuperación de habilidades para obtener conocimientos y valores, desarrollar hábitos, habilidades, costumbres, creencias y formas de actuar, para el impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación.